Camila Loboguerrero: De la revolución a la pantalla | señal colombiana

Camila Loboguerrero: De la revolución a la pantalla | señal colombiana

Luego de estudiar Bellas Artes en la Universidad de los Andes en Bogotá, Camila Loboguerrero aterrizó en París para aprender historia del arte y vivir el estallido de Mayo del 68, la protesta estudiantil más representativa del siglo XX.

Espalda erguida, mirada solemne y brazo izquierdo en posición de lucha… Así aparecía Caroline De Bendern —sosteniendo una bandera del Frente para la Liberación de Vietnam— en el número de la revista Paris Match sobre la protesta estudiantil que paralizó Francia en 1968

De Bendern ni siquiera era francés. Ese 13 de mayo estuvo en la movilización del jardín de Luxemburgo a la Bastilla por casualidad. De hecho, el cansancio la obligó a subirse a los hombros de su amigo, el artista Jean-Jaques Lebel. Allí, la cantidad de cámaras era tal que hizo lo que —como modelo— sabía hacer: ¡posar!

El resultado: una imagen que la catapultó como uno de los rostros de la revolución y —a su vez— le costó su carrera en las pasarelas y su herencia familiar. Sin embargo, no fue la única ‘víctima’ extranjera del Mayo francés.

Mientras De Bendern era fotografiado, en otra parte de la ciudad estaba Camila Loboguerrero, una joven colombiana que aterrizó en París —en 1966— con la intención de aprender Historia del Arte y terminó animando las movilizaciones.

La protesta de mayo de 1968 comenzó con un reclamo en la Universidad de Nanterre —al oeste de París— por la segregación sexual que impedía la libre circulación en los dormitorios del campus. El pleito terminó con el cierre del claustro y el traslado de los estudiantes a la Sorbona.

El aporte de Loboguerrero desde la Escuela de Bellas Artes fue la elaboración de carteles con lemas como: Prohibido prohibir, Imaginación al poder y Ser realistas, pedir lo imposible. Asimismo, participó activamente en el hecho histórico que luego calificó de ‘romántico’ por su búsqueda de la paz y reivindicación de las libertades.

“Durante los días de la protesta estuve en la Escuela de Bellas Artes haciendo carteles todo el tiempo. Había un montaje permanente, trabajaban día y noche (…) El mayo parisino fue un despertar de la juventud, muy bonito y romántico si lo miras con perspectiva, porque no iba tras prebendas burocráticas sino que buscaba la paz y reclamar derechos de libertad”: Camila Loboguerrero, cineasta colombiana, en entrevista con El Espectador.

La llegada de los estudiantes a la Universidad de la Sorbona terminó en enfrentamientos con las autoridades. Hubo unos 600 detenidos y dos semanas después unos 10 millones de trabajadores apoyaron las reivindicaciones juveniles con una huelga general que paralizó la capital francesa. En palabras del fallecido filósofo español Francisco Fernández Buey, el estallido social fue “un manual de denuncias en las universidades [que] terminó como un ensayo general revolucionario, contra el autoritarismo y el imperialismo”.

Película completa → María Cano, disponible en RTVCPlay

La protesta comenzó a desactivarse el 27 de mayo con los Acuerdos Grenelle, que además de aumentar el salario mínimo en un 35% sirvieron para crear la Universidad de Vincennes, donde Loboguerrero estudió cine, carrera que cambió su vida y su perspectiva sobre la misma.

“Yo, que viví ambos momentos [antes y después del mayo francés], puedo decir que las cosas cambiaron. Sí cambió para mí, porque desde ese momento decidí estudiar cine y eso le dio a mi vida un rumbo diferente”: Camila Loboguerrero, colombiana cineasta, en entrevista con El Espectador.

Además, tuvo la oportunidad de conocer de cerca el cine de la época y —según sus propias palabras— pudo canalizar su rebeldía innata a través de lo visual y trabajar con Jorge Reyes ‘El Peruano’ en una de sus películas. .

A su llegada a Colombia, la cineasta y pionera de la incursión femenina en la industria audiovisual inició su carrera profesional en el país como montadora de cortometrajes y fue ascendiendo —paso a paso— hasta llegar a la dirección de sus propias producciones.

“Cuando regresé a Colombia nadie dirigía. Mis dos antecesoras en el mundo del documental fueron: Marta Rodríguez y Gabriela Samper; Martha, una documentalista muy importante, muy premiada, pero lo que yo quería era hacer ficción. Mis primeros trabajos fueron como montadora, montando cortometrajes y largos (…) fui subiendo paso a paso porque si no hubiera sido muy difícil”: Camila Loboguerrero, cineasta colombiana, en entrevista con RTVCPlay.

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La rebelión de la que formó parte cuando estudiaba en Francia la acompañó en su carrera profesional. Una de sus películas más importantes es María Cano (1990), película que narra las luchas reivindicativas que emprendió la dirigente política cuando Colombia recibió una indemnización por la pérdida de Panamá y los trabajadores siguieron sometidos como en la época colonial.

“Había descubierto a María Cano unos 15 años antes, en un libro que encontré en las librerías llamado María Cano, mujer rebelde. Lo descubrí cuando recién llegaba de estudiar en París y era una joven soñadora; María Cano me parecía linda pero no me gustó su final, que fue un poco triste (…) El guión lo escribí con Betriz Caballero y Marta Elena Restrepo»: Camila Loboguerrero, cineasta colombiana, en entrevista con RTVCPlay.

La escena de la masacre de las bananeras fue la más difícil de filmar, no solo por su importancia en la historia nacional, sino también porque los casi 100 extras que hicieron el papel de víctimas no quisieron tirarse en el lodo a las 5. :00 am —cuando la luz natural era necesaria para recrear un ambiente tenue— por la cantidad de dinero que les había ofrecido la producción.

Para sanear la situación, Loboguerrero les explicó —arriba de un cajón— que la escena era importante porque era un homenaje a la lucha emprendida por sus antepasados. Sin embargo, no la escucharon. Fue el ayudante de dirección de la película, Felipe Aljure, quien hizo posible la grabación.

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“Aljure, que el ayudante de dirección, paró (…) y les dijo que Focine nos explotaba a todos por igual y que nos explotaban y que había que hacer la escena para terminar, y entonces aceptaron”: Camila Loboguerrero, Cineasta colombiano, en entrevista con RTVCPlay.

El largometraje ganó el premio del público a la Mejor Película en el 16º Festival de Cine de San Antonio en Texas, Estados Unidos, en 1991.

En la filmografía de Camila Loboguerrero destacan: Soy hilo (1979), Soledad de paseo (1978), Con su música a otra parte (1984), Vida de perros (1985), María Cano (1990) y Nochebuena. (2008).

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