Escuché con preocupación, pero no con sorpresa, el rechazo de un chico en el Liceo Francés por su discapacidad. No en vano, es la realidad de miles de niños con discapacidad siendo rechazados por las escuelas privadas en todos los niveles y niveles de la sociedad.
Escuelas, autoridades y padres de familia aún no conocen el Decreto 1421 de 2017 que hizo un gran cambio en el país, y que establece y obliga a TODOS los estudiantes con discapacidad a querer y PUEDEN estudiar en cualquier institución regular, y su rechazo se considera discriminación:
¨Decreto 1421: Artículo 2.3.3.5.2.3.10. No discriminación. Ningún establecimiento educativo podrá denegar la matrícula de un estudiante en razón de su discapacidad, ni podrá negarse a realizar los ajustes razonables que sean necesarios. Cualquier proceso de admisión contribuirá a la evaluación y construcción pedagógica del PIAR. Asimismo, no puede haber motivo para su expulsión del establecimiento educativo o falta de continuidad en el proceso¨.
Además, la Ley 1752 de 2017 estableció que la discriminación y el acoso a las personas con discapacidad es un delito en el Código Penal colombiano con sanciones que van desde la prisión hasta una multa.
Como se puede leer, el error de larga data que cometen las escuelas privadas al negar los derechos de los estudiantes con discapacidad no es menor y es de suma gravedad y negación de derechos fundamentales. No sólo porque lo establece la ley, sino también porque nos sitúa muy por detrás de países del mundo donde esto ya es normal y habitual, es decir, donde la plena inclusión es la norma, la obligación y la convicción.
Paradójicamente, Francia es uno de los ejemplos de escuela inclusiva desde hace 17 años, por lo que no tengo ninguna duda de que la Embajada de Francia y el Embajador compartirán con el Liceo las directrices de la escuela inclusiva francesa, donde los alumnos con discapacidad acuden a las clases regulares. público. y escuelas privadas, y no tienen que asistir a ningún programa personalizado como lo indica el rector en su carta.
Si la preocupación del Liceo es que “no pueden desarrollar programas de educación especial por sí mismos o en equipos de trabajo especializados”, no hay de qué preocuparse. Los niños irán a la misma clase, con los mismos compañeros de su edad y estarán dirigidos por un maestro y no por un médico, porque no están enfermos y la discapacidad no les impedirá aprender, tener amigos y disfrutar de la escuela.
Espero que los padres y demás alumnos del Liceo también se expresen públicamente ante esta grave situación, porque quienes más se benefician con los ingresos de un niño con discapacidad no son él y su familia, sino el conjunto comunidad educativa, que contará con docentes más calificados, preparados, con más herramientas y habilidades pedagógicas, más sensibles y más realistas con los procesos de aprendizaje y desarrollo de sus propios niños.
Durante los 3 años que fui directora del Instituto Nacional del Sordo, y trabajé activamente en la redacción del decreto de educación inclusiva junto a organizaciones sociales, el Ministerio y expertos, conocí miles de historias de derechos negados por las cuales Concluí que el motivo principal de la negación de derechos no es la norma ni la falta de formación.
La razón es la desgana y la presencia de estereotipos ridículos que aún tenemos, y por los cuales hoy, a mediados de 2022 tras los devastadores efectos de la pandemia, seguimos cruel y trágicamente y CONDENAMOS a más de 400 mil niños. y jóvenes por una educación de baja o nula calidad. La verdad es que no solo no estamos a la altura de la norma, sino que simplemente estamos aceptando nuestra humanidad.