Estudiar francés tiene más ventajas frente a otros idiomas de las que imaginamos

Estudiar francés tiene más ventajas frente a otros idiomas de las que imaginamos

El pasado 26 de septiembre celebramos el Día Europeo de las Lenguas promovido por el Consejo de Europa, que tiene como objetivo fomentar el multilingüismo como factor de conocimiento mutuo que contribuya al establecimiento de una auténtica ciudadanía europea.

Los medios de comunicación reiteraron esta celebración de la pluralidad y diversidad europea. Al consultar diversos artículos y enlaces, algunos con testimonios de personas de reconocido prestigio destacando la apertura que ofrece el conocimiento de idiomas, solo encontramos referencias a la importancia del inglés, y la mayoría de los enlaces internacionales sobre este evento están en este idioma.

¿Qué multilingüismo celebramos? ¿Qué pluralidad cultural defendemos? ¿Dónde se enseñan otras lenguas europeas en nuestro sistema educativo como francés, alemán, italiano o portugués?

Inglés versus francés

Inglés versus francés

Es una constante reducir la idea del aprendizaje de idiomas a un buen nivel de inglés, requisito indispensable para acceder a un buen trabajo o conseguir un ascenso dentro de la empresa, siempre con una visión pragmática y rentable que lamentablemente se impone como casi criterio único en el entrenamiento.

Como profesor universitario de Lengua y Culturas Francófonas, con especial atención a los discursos sobre política educativa y las tesis académicas sobre política lingüística, escucho constantemente las palabras «internacionalización», «movilidad europea e internacional» como objetivos prioritarios y factores de «excelencia».

Detrás de estos tratados sólo hay uniformidad y apuesta constante –sobre todo a través de los programas de bilingüismo en educación primaria y secundaria– por el aprendizaje del inglés, una lengua necesaria, indiscutible, una lingua franca, pero ciertamente no la única lengua que podemos enseñar a Europa a entender y cultivar. nuestro compromiso con este espacio común de diversidad.

En nuestro país, la educación no se dedica al multilingüismo y relega a las segundas lenguas en general, y al francés en particular, a atrincheramientos de resistencia gracias al heroísmo de sus profesores de asignatura.

La enseñanza obligatoria de una segunda lengua en el sistema educativo es la mejor apuesta política para un verdadero multilingüismo. En la comunidad de Castilla y León, donde se encuentra mi universidad, también se dan las condiciones óptimas para tomar esta medida, ya que da los mejores resultados en el informe PISA del conjunto del estado, y no supone ningún problema cambiar los horarios armonizar y enseñar en las materias castellano y una lengua cooficial regional.

Pero al romper una lanza por todas las segundas lenguas que ofrece nuestro sistema educativo y su necesaria evaluación y difusión, quiero hablar especialmente del valor que aporta el conocimiento de la lengua y las culturas francesas a la educación de nuestros jóvenes.

Y aquí es donde quiero comenzar, explicando la palabra «francófonos» y brindando información sobre la comunidad francófona en el mundo y la Organización Internacional de la Francofonía.

El Observatorio Demográfico y Estadístico de la Zona Francófona (ODSEF) de la Universidad Laval (Canadá) y el Observatorio de la Lengua Francesa de la Organización Internacional de la Francofonía (OIF), en su informe sobre «La lengua francesa en el mundo (2018)» a dato que en sí mismo es un argumento objetivo de las puertas que esta lengua y sus culturas pueden abrir a los jóvenes españoles si nuestro sistema educativo garantiza el aprendizaje de dos lenguas durante su formación.

Algunas claves importantes

Algunas claves importantes

Resumiendo los parámetros principales, debemos saber que:

El francés es el quinto idioma más hablado en el mundo.

Más del 60% de los francófonos en la vida cotidiana están en África.

Es un idioma oficial en 32 estados y gobiernos y en la mayoría de las organizaciones internacionales.

Es el idioma de comunicación de más de 80 millones de personas en 36 países y territorios.

Como idioma extranjero, lo estudian 50 millones de personas en el mundo y es el cuarto idioma más utilizado en Internet.

Todos estos datos revelan una dinámica del espacio lingüístico francófono que tiene también una dimensión económica desconocida.

Volviendo al criterio más valorado en nuestra sociedad de rentabilidad y oportunidad, me gustaría decir que la falta de información sobre esta realidad no revela el valor añadido del francés en el acceso al mundo laboral de nuestros jóvenes.

10 motivos de peso

10 motivos de peso

Porque es un idioma que transmite diferentes culturas en los cinco continentes.

Porque es la lengua de comunicación de 300 millones de habitantes en el mundo.

Por ser una lengua fundamental en las instituciones europeas e históricamente, Francia ha sido el motor de Europa junto con Alemania.

Porque es la lengua de nuestro país vecino (como es el caso del desconocido portugués) con la que compartimos historia, estrechas relaciones culturales e influencias mutuas, y múltiples intereses económicos.

Por nuestro pasado olvidado de interés por todas las manifestaciones artísticas de la cultura francesa.

Porque es un lenguaje de acogida, diversidad y mediación en fenómenos como el exilio, la emigración y la crisis de los refugiados.

Porque en la universidad, el número de convenios Erasmus bilaterales con universidades francesas es muy alto en comparación con otros países, lo que garantiza la movilidad de los estudiantes.

Porque da empleo a los jóvenes no solo en el sector educativo, sino también en el sector de la salud, en la cooperación internacional, restauración, turismo, telecomunicaciones, industria aeroespacial, etc.

Pero también porque es la lengua de acceso a la modernización de los países del Magreb (Marruecos, Argelia, Túnez…), escenario estratégico en el que nuestra comunidad de Castilla y León compite incluso con Francia y avanza proyectos.

Porque la Embajada de Francia, el Instituto Francés, las Alianzas Francesas trabajan codo a codo con los profesores de francés y ofrecen a los estudiantes muchas oportunidades para su educación.

Aprender por placer

Aprender por placer

Hay muchas razones para aprender francés que podría enumerar, pero tomo como mía la conclusión del escritor y director de cine David Trueba en un artículo reciente titulado «Alabado sea el francés»: «pour le plaisir».

Ante la ubicuidad del inglés como lengua extranjera necesaria, asistimos a iniciativas que permiten vislumbrar un horizonte más justo para las llamadas segundas lenguas: el programa europeo EuRom5, con el objetivo de la intercomprensión, que alguien que ya habla cuatro lenguas romances , para aprender a entender uno (portugués, español, catalán, italiano y francés), con énfasis en la conciencia de las raíces comunes, lo que permitiría a cada uno de nosotros hablar nuestra lengua materna e interactuar entre nosotros todos nuestros vecinos podrían entender.

Esta pluralidad lingüística es la mejor forma de acabar con el uso de una lengua en su valor identitario como arma arrojadiza. Por otro lado, varios países europeos ya se han sumado a la campaña “En todos los idiomas” para promover el multilingüismo en la comunicación científica y académica frente a la imposición del inglés.

Una de las mejores decisiones de mi vida fue aprender este idioma. Por la sensibilidad, libertad y apertura de espíritu que me ha permitido vivir el conocimiento de la diversidad cultural que transmite este idioma.

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