El aprendizaje de un idioma requiere fluidez, espontaneidad, libertad de expresión y dinamismo en la producción oral y escrita. Para ello, un profesor de francés de la Escuela Oficial de Idiomas de Sagunte ha combinado la expresión de unos símbolos creados a mano para corregir la expresión de sus alumnos.
Se trata de la filóloga Mamen Estela, que enseña distintos signos a sus alumnos de forma que no interrumpa su discurso, invitando al interlocutor a reflexionar sobre el error señalado sin romper la linealidad de su producción. Tanto es así que, a través de estos gestos, el profesor indica al alumno un error en la gramática, el tiempo verbal, el vocabulario o el orden, entre otras cosas.
Estas categorías permiten a los estudiantes repensar su producción y remodelar el discurso; un modo de corrección activa que promueve no solo la conciencia del error, sino también el aprendizaje significativo. Además, debido a que es el alumno quien piensa y se dirige a sí mismo, toma conciencia del error, eliminándolo más rápida y eficientemente de su producción oral.
“El impulso de esta didáctica de la corrección produce resultados muy positivos. Mi intervención pretende ser no invasiva en términos de producción oral de los estudiantes. No estoy interfiriendo en su monólogo o interacción con este tipo de corrección, pero estoy afirmando que se ha equivocado y necesita repensarlo”, comenta la profesora.
La corrección no es sólo un mecanismo, sino sobre todo un mecanismo que tiene por objeto sensibilizar al hablante, ante posibles fallos, y autocontrolar su producción. El aprendizaje de una lengua extranjera implica la adquisición de estructuras, el cultivo del pensamiento autónomo a partir del vocabulario y la conciencia léxica, así como la interiorización de formas discursivas a partir de una gramática y un orden determinados. Además, las habilidades de comunicación requieren el desarrollo de las propiedades del texto; por lo que tanto la adecuación de la producción a su contexto como la coherencia y cohesión temática son los aspectos que dinamizan esta nueva didáctica de la corrección.
“La enseñanza de idiomas como el francés requiere el desarrollo de nuevas didácticas. Por mi parte, esta corrección activa es increíblemente gratificante”, dice la profesora. Aprender francés es mucho más dinámico con esta innovación docente.