Los anglicismos están invadiendo el vocabulario de los campos de la ciencia, la cultura, la comunicación y la información, entre otros. La pandemia también ha amplificado el fenómeno, advierte la Academia Francesa en un informe.
La Académie française, institución que vela por el buen uso de la lengua en este país desde 1635, lanzó este martes una ofensiva contra el «franglais», una jerga que mezcla francés e inglés.
La famosa institución, cuya misión es definir el uso adecuado de la lengua y seguir sus evoluciones naturales, está alarmada por la rápida proliferación de anglicismos en Francia desde 2017, año en que Macron llegó al poder.
El autor de la expresión «nación estrellada» para referirse a Francia es, precisamente, suyo. En Twitter, Macron explicó en ese momento que «una nación de empresas emergentes es una nación en la que todos pueden decirse a sí mismos que podrán crear una empresa emergente. Quiero que Francia sea una (empresa emergente)».
«Existe una ruptura entre una parte de las élites, que representan a esta ‘nación que comienza’, y el resto de la sociedad, que está convencida de que el progreso social depende de la adopción de esta forma de hablar», explicó Hélène Carrère d’Encausse, secretaria vitalicio de la Academia Francesa en una entrevista con el diario Le Figaro.
Los franceses acabaron teniendo la sensación de que “viven fuera del universo donde se decide su destino. Las protestas que estamos presenciando (chalecos amarillos) provienen de un sentimiento de despojo de su verdadera identidad, que es principalmente la del lenguaje. Aquí es donde se expresa la inseguridad lingüística. La gente ya no sabe hablar”, añade Carrère d’Encausse al periódico.
DNI bilingüe, ¿por qué?
Francia es también el país donde sus ciudadanos tendrán muy pronto una nueva tarjeta de identidad bilingüe en francés e inglés.
Pero, ¿por qué utilizar un segundo idioma en este documento de identidad? Esta iniciativa, según Carrère d’Encausse, “contradice la Constitución y la verdad, ya que no es un documento de viaje. Para entrar a otro país se necesita pasaporte, no cédula de identidad”.
La Academia Francesa, cuyos miembros son llamados «inmortales» porque ocupan su responsabilidad de por vida, está particularmente preocupada por las llamadas «formas híbridas» que no son ni el francés ni el inglés, sino una especie de «quimeras lingüísticas» que desfiguran por completo el idioma. . .
Este «anglicismo invasivo» y la «saturación» de esta jerga representan un riesgo de desestructuración de la gramática, una pérdida de puntos de referencia para el gran público, lo que puede generar una brecha social aliada a una brecha generacional, dice la Academia Francesa en su informe. .
La célebre institución denuncia, sobre todo, la indiferencia de los organismos públicos ante este fenómeno, una auténtica “rendición institucional”, de la que no faltan ejemplos.
La Poste, la empresa pública francesa responsable de los servicios postales, bancarios, de seguros y telefónicos, propone una «estación de recogida».
El juego de palabras “Goût de France / Good France” se puede leer en el sitio web del Ministerio de Europa y Asuntos Exteriores.
Y la compañía ferroviaria nacional, SNCF, escribe, mitad en francés, mitad en inglés: «Alors, ready to Ouigo?»
Aún más sorprendente, este anuncio de la ciudad sureña de Antibes-Juan-les-Pins: «Venez rider derrière des Correct Craft 200 Air Nautique», que se traduce como «Ven a montar en Correct Craft 200 Air Nautique».