Hormiguero arrancó este lunes su 16ª temporada de la mano de la maravillosa madrina, Pilar Rubio. El jugador madrileño, que se mudó a París con su familia tras el fichaje de Sergio Ramos por el PSG, ya no tendrá retos en el programa de Antena 3, pero seguirá con su sección de moda.
A Pablo Motos le gustaría contar con sus colaboradores en su primer programa, donde aprovecha para comentar algunos de los titulares publicados en la prensa este verano o hablar del libro del madrileño que saldrá a la venta en noviembre, Mi método para liderar una vida saludable.
“Creo que eres una mujer increíble, eres inteligente, valiente, valiosa, con una voluntad como nunca la he visto y sobre todo eres una buena persona. Lo bueno no hace tanto ruido como lo malo, pero es bueno. . para que la gente lo sepa», comentó el valencianista sobre Rubio.
Pero el presentador también quiso saber cómo manejó el cambio de la capital española a la capital francesa: «Llevamos dos días con la casa y he estado todo el verano ocupado con proyectos y mudanzas», cuenta el colaborador.
“¿Cómo estás en París? ¿Aprendiste mucho francés? le preguntó Motos. «He estado mucho en Madrid y el francés es un idioma complicado, pero: ¿Sabes lo que estoy haciendo?» Rubio dijo.
«Tenía cita para hacerme las uñas en la peluquería del barrio y, mientras me lo hacían y me lavaban el pelo, podía estar dos o tres horas hablando con las chicas de allí. Así aprendí francés», cuenta.
También explicó que «no me entendieron mucho, pero lo intenté y al final tuve tres horas de francés gratis. Así practico». Otro truco que reveló fue «Fui a la tienda, no compré nada, pero pregunté por todo».
“Así aprendí el color, el tamaño, lo valioso que es algo…”, agregó. El conductor también quiso saber cómo se maneja Sergio Ramos con el francés: “Se lleva bien. Lo envidio porque es un hombre que puede hablar todos los idiomas, no tiene problemas, aprende, es rápido y, si no entiende, se encontró la palabra. Estamos muy firmes, no nos avergonzamos de ello».
Antes de despedirse, Rubio tuvo un último desafío que le planteó Motos sin preparación previa, beber jugo de naranja sin usar las manos, el cual logró superar.