La provincia canadiense de Quebec aprobó el martes una controvertida ley que restringe fuertemente el uso del inglés e impone requisitos estrictos a las pequeñas empresas y municipios para que el francés sea el único idioma en uso.

La Ley 96 fue aprobada por la Asamblea Nacional, con votos a favor del partido gobernante, la Coalición Avenir Quebec (CAQ), que tiene 75 de los 125 escaños en el parlamento provincial, y votos en contra del Partido Liberal Federalista de Quebec (PLQ) y el Partido Pro-Soberanía de Quebec (PQ).

El PQ se ha opuesto a la ley alegando que no protege suficientemente a los franceses.

Para aprobar la regla, el gobierno de Quebec se vio obligado a utilizar una prerrogativa constitucional, la cláusula de revocación, que permite a las provincias canadienses revocar la aplicación de la Carta Canadiense de Derechos y Libertades en casos específicos.

La invocación de la cláusula de revocación impide que los tribunales declaren la inconstitucionalidad de la ley.

El primer ministro de Quebec, François Legault, aseguró el martes que aprobar la ley no cambiará el statu quo de los anglófonos en la provincia.

La ley ha provocado protestas masivas en las últimas semanas de anglófonos, indígenas y otros grupos que creen que la nueva legislación violará sus derechos.

La Ley 96 ordena el uso generalizado del francés en empresas con un mínimo de 25 trabajadores y en sectores regulados por las autoridades federales, como la banca y las telecomunicaciones.

Además, el uso del inglés está aún más restringido en la escuela secundaria y entre los estudiantes angloparlantes de las facultades técnicas existentes en la provincia.

La ley también exige que los refugiados aprendan francés en un plazo de seis meses. Después de este período, los recién llegados solo tendrán acceso a los servicios en francés.