El desastre deportivo y social vivido en el Camp Nou no se olvida. El Eintracht fue muy superior, hasta el punto de ponerse 0-3, y la grada era blanca o más que el Barça. Y eso, en cualquier juego, es una pena, pero en una encrucijada, es pecado mortal. ¿Cómo se puede dar lo más preciado, el factor campo? Bueno, todos la mataron y ella murió sola.
Se equivocó de fecha porque el Jueves Santo sale mucha gente, pero también hay muchos culés que también venían a Barcelona de turismo y se les podía haber garantizado una entrada, no dejándola a disposición de cualquiera que. Porque en teoría las entradas no se podían comprar desde Alemania pero algunos hinchas del Eintracht lograron hacerlo, según sus propias confesiones. Los operadores turísticos ya merecen una inspección. Y capítulo aparte merecen los culés que han vendido su entrada o abono. Estas 30 monedas, como las que ganó Judas hace 2022 años, quemarán a más de una.